lunes, 6 de octubre de 2008

Colgando en la nada


Fui a ver la documental ganador del Docupolis y tuve la hermosa y dura sorpresa de encontrarme con The Red Race, del director Chao Gan. Es un documental observacional que cuenta una historia sencillamente aterradora: todo lo que tienen que vivir y sufrir un grupo de niños (5 a 7 años) en China para intentar formar parte, algún día muy lejano, del equipo Olímpico Chino. Y bueno, es la típica historia de competencia despiadada donde "sólo el más fuerte sobrevive”, donde estos pequeños soportan la presión de sus familias que sueñan con salir de la pobreza gracias al “hijo gimnasta”, y donde estos niños indefensos deben aguantar brutales ejercicios, la mala alimentación, la soledad, los insultos y vejaciones de sus entrenadores y además, tener la suerte de no terminar lesionados antes de que se acabe la película.

El fotograma que ilustra este post viene de un plano secuencia que dura los 4 o 5 minutos que estas niñas deben aguantar colgadas de una barra, mientras su entrenadora las insulta cronómetro en mano.

¿Alguien dijo crisis económica?




4 comentarios:

Unknown dijo...

a la niñita que llora creo que la vi el otro día en el mercadito de los domingos en El Bosque

Unknown dijo...

tu recibes mis emails? mira esta página, una cebolla (The Onion) venezolana:


http://www.elchiguirebipolar.com/

Ángeles Navarro dijo...

¡Poecitas las chinitas!, no entiendo muy bien como se manejan dentro de la cultura china, ni los valores de identificacion en los que se fundamentan, quizas desde la visión de occidente esto es tortura y anti humano para unas criaturitas que estan en pleno proceso de formación, pero ¿qué valor cultural tiene para el ciudadano chino este tipo de hechos?

Juan Ignacio dijo...

Jose...

Sí, gracias al Menta y a Joe, ya había llegado a ese blog... Y no, no recibo tus emails...


Caramelo...

Yo me pregunto lo mismo. A fin de cuentas, ante otras culturas lo único que tenemos, casi siempre, es un manojo de clichés, malas definiciones y conceptos cojos. Obviamente, dentro de la película todo esto se mostraba del modo más normal, es decir, esto ocurre y no pareciera que nadie se impresionara un poquito... Y bueno, aquí en occidente ocurren cosas muy parecidas y también sabemos que nadie hace nada...

Ay... Es que me impresiona mucho esta foto...

Besos

Juan