martes, 6 de julio de 2010
La tortilla y sus infinitas vueltas
La vida podría resumirse en que cuando se sale se entra y cuando se entra se sale.
- ¿Y si en lugar de salir, todo el tiempo entramos? - Dijo uno.
- ¿Y si en lugar de entrar, todo el tiempo salimos? - Dijo otro.
Y desde ese día todos los que salen miran con cara de salida a los que entran, y todos los que entran miran con cara de entrada a los que salen.
Y si alguno se queda en medio y ni entra ni sale, viene otro y rápidamente lo empuja por la salida o por la entrada.
Sólo Dios tiene derecho a no tener que entrar o salir. Y esto ocurre porque quizás no existe o porque tal vez, está durmiendo en todas partes.
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3 comentarios:
Juan, eso de que dios esta dormido por todas partes es DEMASIADO
fantástico
repito, que placer
O que se ha hecho mayor y se le ha escapado de las manos.
Saludos.
O posiblemente -como siempre he temido- Dios ha perdido la memoria.
Si es así, no tiene la culpa ni de existir o no.
Nunca hay que olvidar aquel famoso graffiti bogotano que decía: "Dios no cumple ni años..."
Abrazote!
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